Exposición de Ingres en el MUSEO NACIONAL DEL PRADO DE MADRID,
hasta el 27 de marzo de 2016 se pueden apreciar un buen ejemplo de las pinturas de INGRES.
Uno de mis mas preciados cuadros es este retrato de la The Frick Collection, que deambula por
Europa de exposición en exposición. Yo quedría ser propietaria de cuadros y dejarlos por ahí,
con esa indolencia de la retratada, como su no fuera un asunto de importancia.
También esta La gran odalisca, unos buenos retratos, el baño turco y el gran retrato de Napoleón
y me sigo preguntando que es lo que nos cautiva de esas carnes blandas y amarillentas, de esos
colores imposibles, falsos y amanerados. Lo más importante: el juego de las miradas, como si la retina disparase al objeto. El diálogo con la imagen del cuadro se inicia al sostener la mirada del retratado, ahí se entra en la pintura, como si fuese en una masa espesa de capas, nuestra mirada se va posando poco a poco, paso a paso, mezclando y amasando, sin que al final sepamos de donde procede ese magnetismo de su obras.
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