PELÍCULAS : BORDER

Actualmente en cartelera, película de fantasía,

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de ilusión y sorpresa tras sorpresa. Si te gustó Déjame entrar ... ves a ver esta película.

EXPOSICIONES : MUSEO DEL PRADO

Finaliza el día  27 de febrero, en el Museo del Prado, dos magníficas exposiciones :

BARTOLOMÉ BERMEJO

(Sant Michael, Londres, National Gallery,  merece una visita)

Bartolomé Bermejo, es un Pintor de finales del XV, que se mueve entre los deseos retardatarios de los encargantes y la maestría de su técnica .

Las tablas de los retablos góticos de aragón suelen estar repartidas por el mundo, debido al abandono de siglos, a la miseria ... etc., pero todavía en las iglesias, en las catedrales de Aragón guardan magníficos ejemplos en sus altares y capillas que pasan desapercibidos y menospreciados por los viandantes. Nos cuesta pagar la entrada en una iglesia, poner un euro para ver el retablo y te desprecian por pretender entrar a ver algo, aunque sea uno de los mejores ejemplos de tablas góticas del mundo.

Pero la iniciativa, bienvenida sea, si es del Museo del Prado, eso es otra cosa. Vamos a ponernos en la cola. Magnífica seria la ciudad de Daroca en estos años olvidados, magnífico es este Santo Domingo de Silos entronizado como obispo. Su técnica al óleo tiene tanta calidad como la de los maestros flamencos, algo que se puede apreciar en estas exposiciones.

 Ahí al lado se expone : LA FUENTE DE LA GRACIA. Aquí todo es maravilloso.

Quedan pocas horas, las perlas de la exposición son: la tabla de San Miguel, llegado de la National, (un éxtasis total) y los magníficos retratos de personajes secundarios de las escenas religiosas. Si el tratamiento del óleo, las composiciones y el conjunto es flamenco, en los retratos se aprecia el conocimiento de la pintura cuatrocentista italiana.

MARIPOSAS : POLILLA

MAAMAAA

VOLANDO VOY

FELICIDADES

ARTÍCULOS : MIRAR UN CUADRO

Me pregunto por qué está mal visto mirar un cuadro sin más y tantos insisten en que el “arte” debe presentarse rodeado de documentos o en formatos inesperados. Ha dejado de ser chic mostrar una pintura, un dibujo o un vídeo sin los gadgets que los conviertan en una rocambolesca fórmula de consumo. Se diría incluso que la moda de presentar “obras de arte” de maneras insólitas ha llegado a los museos clásicos ...

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Esto es lo que se pregunta Estrella de Diego, en la edición del Periódico EL PAÍS, 19 de enero de 2019.

Yo creo que la problemática es más gorda.  Vamos a los museos y a veces están llenos de gente, pero la mayoría de las más de las veces vacíos. No hay clase media.
 
El espacio del cuadro, del museo, de mirar, de pensar, de disfrutar, de reflexionar, de sentir, se está llenado de
propuestas gastronómicas, de danzas, de recitales de poesía, de películas, de conferencias .... etc. 
Como sino tuviésemos suficientes restaurantes, salas de conciertos, de teatros, de cines ...
No ¡¡¡¡
Tenemos que llenar los museos ¡¡¡¡

 ... a costa de no poder MIRAR UN CUADRO

A VECES, CREO QUE LOS MUSEOS ESTÁN EN MANOS DE GENTES QUE JAMÁS HAN MIRADO UN CUADRO

A veces me pregunto, quién me enseñó a mirar los cuadros, quién me enseñó a mirar la vida, yo que tardé tanto tiempo en recibir un mínimo que educación, yo que hasta los doce no disponía ni de imágenes, ni de libros, ni de tele ... nos faltaban tantas cosas y ahora que tienen tanta educación, no saben mirar un cuadro.

GRAfitis : Asalto 2018

JULIA

JAUME PLENSA, PLAZA DE COLÓN, MADRID

EXPOSICIONES : BECKMANN

En el Museo THYSSEN de la capital se presenta FIGURAS DEL EXILIO,
HASTA EL 27 DE ENERO DE 2019
... y después pasará a CAIXA FORUM de BARCELONA

Esta exposición es un REGALO, 

Cuanto piensas que nada te sorprende, encuentras la perla escondida,  es MAGNÍFICA, aqui encontramos más de cincuenta  cuadros. Beckmann, pintor al que estudiamos en reproducciones de blanco-negro de la época, tildado de expresionistas junto a otros pintores alemanes, nunca me interesó demasiado, así me perdí la exposición de la Juan March. Buen momentos para rectificar.

Beckmann fue un emigrante, desde Alemania se traslado hasta Holanda y posteriormente a USA.
Ahora no sería admitido en la aduana, sería rechazado ¿?.  Indudablemente el sufrimiento se encuentra en su temas : soledad, crítica social y política, tensión, ansiedad, personajes caricaturescos.
Enlaza con la soledad del primer Picasso en las representaciones de personajes del circo. Belleza convulsa en los retratos femeninos.


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Sus pinturas no son fáciles de entender, pero los colores son táctiles, una paleta de tonos imposibles.
Resultan sublimes, es como si comieras pintura. Sus colores son todos sentimiento, emoción, a la par que gozo y evasión.

Pero si lo tonos son imposibles, más lo son las composiciones. El creía que en su pintura tenía que haber arquitectura. Ley de la superficie la denomina. Cada cuadro es una composición de elementos imposibles, puntos de vista únicos y múltiples. Destroza las leyes de perspectiva con ahínco y maestría.

Cada cuadro se ha de leer de dentro a fuera, volver al fondo, saltar a la superficie, como si fuera una película corta, es un pintor de lectura, de lecciones, por algo elige el tríptico, es realidad es como un retablo.

AVES : DIAMANTE GOUL

AVES : TURACOS

AVES : TROPICALES

AVES : ERYTRURA GOULDIAE

SUEÑO

PUERTAS

BRILLOS

TEXTURAS

PETI

EXPOSICIONES : MALÉVICH

En las colecciones del Museo Ruso de Málaga, hasta febrero de 2019.

Las fondos que se presentan en el Museo Ruso de Málaga, es como una lección de historia.
Es como repasar el pasado. Volver sobre nuestra memoria.

En estos momentos se presenta de manera conjunta a Malévich con el Arte del Realismo socialista.
Yo me he preparado mi propia ensalada, con la lectura de Vasili Grossman : Todo fluye. A todo ello he sumado la revisión de Guerra y Paz.

La verdad es que nada fluye. En la vida, de jóvenes, necesitamos que todo sea blanco o negro, pero la vida te enseña que la existencia suele ser gris. Cuantas ilusiones, cuantos sueños románticos se acabaron llevando tantas vidas en las siguientes décadas.

Malévich nos propuso el Cuadrado rojo. Hace un siglo se buscaba renovar el marco impuesto por la burguesía por otros modelos. Después de cien años, me parece que seguimos tejiendo la misma madeja.

Un aspecto muy interesante son los personajes de las ópera bufa : Victoria sobre el sol. Los trajes recuerdan los personajes de carnavales, que supongo que también se celebrarían en Rusia.

Datos del Museo:

Kazimir Malévich es uno de los artistas más famosos del siglo XX. A mediados de la década de 1910 creó una tendencia de arte abstracto que bautizó como “suprematismo” (del latín supremus – lo más alto), y que no ha dejado de influir en pintores, arquitectos o diseñadores de todo el mundo.
La exposición presentada en Málaga se nutre de la colección de obras de Malévich pertenecientes al Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, la mayor y más completa de este maestro. El conjunto de obras expuesto, incluyendo 16 piezas que se ven por primera vez en España, revela la trayectoria creativa inicial de Malévich, la invención del suprematismo como expresión innovadora de su percepción del mundo mediante un lenguaje abstracto y, finalmente, el desarrollo y transformación del suprematismo geométrico en formas figurativas que él llamó “supronaturalismo”.
En la búsqueda de su camino en el arte, Malévich, como muchos de sus contemporáneos, se sintió sucesivamente atraído por el impresionismo, la obra de Cézanne y el futurismo, pero ninguna de estas etapas fue muy larga.
Ya en 1913, Malévich pinta varias obras de carácter alógico que le llevan a la idea de crear la ópera bufa Victoria sobre el sol (con música de Mijaíl Matiushin y libreto de Alexéi Krucheniy).
En esta pieza se presentaba la batalla de la gente del futuro contra los prejuicios burgueses, simbolizada por la aparición de un telón donde el sol tiene la forma de un cuadrado negro en lugar del habitual círculo rojo.
Este es el origen del Cuadrado negro: una metáfora para una encarnación radicalmente nueva del arte en tiempos modernos. Empezar de cero y cambiar totalmente el lenguaje expresivo del arte: esa era la idea que guiaba el suprematismo de Malévich.
A finales de 1915, en la entonces llamada Petrogrado, el Cuadrado Negro y el Cuadrado Rojo se presentaron, junto con más de 30 obras suprematistas, en una exposición llamada a ser un punto de inflexion en la historia del arte: “0,10. La última exposición futurista”.
Después de la Revolución rusa en octubre de 1917, Malévich se dedicó a reorganizar la educación artística según los nuevos principios de la vanguardia. Como muchos de sus contemporáneos, buscaba una manera de renovar el marco en que debía habitar el hombre moderno cambiando la práctica de la arquitectura y el diseño.

Malévich y el suprematismo

A mediados de los años 20 Malévich, que no podía permanecer indiferente a una situación sociopolítica cada vez más difícil, especialmente para un campesinado que fue despojado de todo por el nuevo régimen, busca una salida expresiva a las dificultades que encuentra su suprematismo pictórico para ser entendido en la sociedad soviética.
Fiel a su idea de que el artista debía reflejar la vida real, pero siempre de un modo artístico y no naturalista, comenzará a pintar campesinos, obreros y, en general, obras temáticas a partir del final de los años 20.
Sin traicionar el suprematismo que había creado en la década anterior, lo transformó en una nueva forma. Los personajes en las composiciones figurativas de esta nueva etapa no tienen peso, no son retratos ni expresan acciones concretas. Los fondos no son paisajes pintados; son abstractos, como en las composiciones suprematistas de los años 10.
Basta comparar estas obras con las producidas al mismo tiempo por los contemporáneos de Malévich que se atuvieron a la norma del Realismo Socialista (como las de Samokhválov o Deineka que este museo presenta en las salas contiguas), para entender la radical diferencia que distingue a este artista.
Igual que antes, Malévich produce imágenes universales cuyo sentido no descansa en la reproducción de la realidad sino en una encarnación plástica sin referentes concretos.
Durante los últimos años de su vida Malévich siguió replanteándose la cuestión de qué estilo usar. A juzgar por el Retrato de la mujer del artista, el Autorretrato y otras obras terminadas de este ciclo, Malévich volvía a marcar distancias con el  realismo soviético, ahora recurriendo a estilos del Renacimiento para crear imágenes elevadas e impersonales de sus contemporáneos.
Incluso llegó a escribir el título Artista en el dorso de su Autorretrato, confirmando así la imagen universal de un Creador.

NAPOLES

AÑO NUEVECITO