EDMUNDO FAYANAS ESCUER
El Ebro se está muriendo y la
sociedad española no es consciente del difícil futuro que
nos espera. El agua es vida, pero el Ebro cada día lleva
menos agua. Veamos datos. En el año 2015, el agua que aportó
al Mediterráneo fue de 8.700 Hm3, que son menos de la mitad
que la aportaba al Mediterráneo en la década de 1990-2000.
Entre 1900 y 1920 la media del agua que el Ebro aportaba al
mar era de 20.000 Hm3.
Bastantes afluentes del Ebro
están en situación catastrófica. Los ríos Cinca y Ésera
están en emergencia, mientras que el Segre, Noguera
Pallaresa, Iregua, Jalón, Jiloca, Huerva, Martín y Guadalope
están en alerta hídrica. El caudal que estos afluentes
aportaron al Ebro en el año 2015 fue: Cinca 1.721 Hm3, Segre
1.521, Arga 1.318, Ega 458, Gállego 361, Jalón 86,4 y el río
Aragón 818.
La principal fuente de consumo
de agua en la cuenca del río Ebro es la agricultura y
fundamental la de regadío. En la cuenca del Ebro se está
llevando de una forma irresponsable la expansión del
regadío, de forma que se ha pasado de 700.000 ha a finales
del siglo XX a las 900.000 Ha en la actualidad. Además hay
planes para llegar a 1.100.000 ha si seguimos los planes de
expansión del regadío en Navarra y Aragón.
Actualmente hay en España unos
3.600.000 Ha de regadío y si se siguiera las recomendaciones
de los técnicos hídricos se deberían bajar a los 3.000.000
de Ha, en vez de llegar a los 4.000.000 millones. El
objetivo recomendado es bajar las Ha en regadío y proceder a
una mejora de calidad de estos regadíos con la implantación
de técnicas modernas, en vez de seguir regando a manta, con
lo cual el despilfarro es total.
El consumo de agua que generan
las 900.000 Ha de regadío del valle del Ebro es de 7.681
Hm3. Dándose casos tan espectaculares e irracionales como el
cultivo de arroz en los desiertos de las Bárdenas (Navarra)
y los Monegros (Aragón), con más de 1.100 Ha en cada uno de
estos desiertos. Al mismo tiempo que en los Monegros se está
también produciendo maíz transgéncio para ser vendido de
forma mayoritaria a los Estados Unidos.
A lo largo del valle del Ebro
se encuentran situadas ocho centrales de ciclo combinado y
dos centrales nucleares que cuando están en funcionamiento
consumen el 8% del caudal del río.
Otros factores que favorecen
este descenso hídrico serían la disminución de las
escorrentías en las cabeceras de los afluentes del Ebro como
consecuencia del aumento de la superficie forestal. Otros
factores serían la falta de nieve y de lluvia cada año más
palpable en todo el Pirineo y esto es debido al cambio
climático, siendo esto consecuencia de la acción del hombre.
El valle del Ebro está
sufriendo el cambio climático, vemos no sólo la disminución
de nieve y lluvia, sino que se está produciendo unos cambios
profundos en el régimen de la pluviosidad, pues se dan
lluvias en determinados momentos de forma muy intensa
produciendo graves daños y que hace que estas lluvias
torrenciales impide la mayoría de las veces retener esa agua
para que fuera aprovechada posteriormente.
Debemos saber que el río Ebro
sufre ya ocho trasvases que le detraen anualmente 138 Hm3.
Todo esto sin tener en cuenta los proyectados trasvases a
Barcelona y región levantina, proyectados por el PSOE (José
Borrell) de 1.850 Hm3 o el del PP (Jaume Matas) de 1.050 Hm3
y que por fortuna no se han hecho, pero que están ahí
amenazantes.
Una de las primeras
consecuencias de esta falta de agua en el río será la
desaparición del delta del Ebro, zona natural de producción
del arroz, que estamos dejando morir, además de ser un gran
humedal y un espacio natural único y referente. Dos son los
motivos que harán desaparecer el delta, por un lado, el
crecimiento del nivel del mar Mediterráneo, y por el otro,
la cada vez menor aportación de agua y limos del Ebro, que
provoca que el mar entre en el cauce del río, como ya sucede
actualmente en sus últimos 35 km.
Como vemos, el cambio climático
ya está aquí con una menor cantidad de lluvia, siendo esta
de forma más irregular y muchas veces de manera torrencial.
Al mismo tiempo, podemos comprobar el aumento de las
temperaturas que ya estamos sufriendo y que está en el
origen de un aumento de la desertización de todo el
territorio español, en consecuencia también del Valle del
Ebro que además por sus características será una de las
zonas que más sufrirán este proceso.
Las previsiones científicas
prevén una disminución de su caudal actual de otro 50% a
finales del siglo XXI, lo que va a provocar que el valle del
Ebro tenga graves déficits hídricos, que conllevaran a una
modificación muy sustancial de las formas de vida en el
valle.
Los modelos neoliberales
económicos y medio ambientales que dirigen el mundo nos
llevan al desastre. Su único interés es ganar más y más
dinero, sin entender que el planeta Tierra y el agua son
bienes finitos y escasos y el cuidado ecológico es
imprescindible para la supervivencia del hombre.
(Fuente : ANSAR )
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