Entre Dunkerque y la bahía de Somme, la costa de Ópalo se puden apreciar todo tipo de paisajes : acantilados, dunas, campos de colza, pajarillos volando entre nubes, al fondo el mar. Este escenario está lleno de historia, pues la zona, frontera marítima con Inglaterra, ha sido telón de fondo a lo largo de algunas batallas durante la primera y la segunda guerra mundial. En la cercana Zona de Somme, en la primera guerra mundial perdieron la vida mas de un millón de personas de los dos frentes. Los memoriales se extienden en la llanura. Memoriales de Nueva Zelanda, India, Sudáfrica, etc. La memoria sigue viva. Amiens y otras pequeñas ciudades (muy interesante Abeville) del interior nos recuerdan como es la vida del Francés de clase media. En la costa pequeñas ciudades balneario con magníficos ejemplos de arquitectura de la Belle Epoque. Podrían aparecer a la vuelta de la esquina los persones de Proust paseando con la sombrilla en la mano. La Catedral de Amiens merece un viaje, sin lugar a dudas. Asi como el pequeño barrio que se sitúa entre los canales. -Costa de opalo, abril de 2017-
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