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viernes, 19 de marzo de 2021

LIBROS DE VIAJE : EL HUERTO DE EMERSON, Luis Landero

EL HUERTO DE EMERSON

Luis Landero


 

Durante el encierro que hemos pasado, Luis Landero, nos ha ofrecido los mejores momentos literarios: Lluvia fina y El balcón en invierno. La novela Lluvia fina quedará para la posteridad como una de las mejores novelas del siglo presente. Está a la altura de Tiempo de Silencio de Martín Santos.

 

Inevitablemente he comprado rápidamente El huerto de Emerson, las alegrías no hay que dejarlas de lado. Y efectivamente. No es una continuación de Balcón de invierno. Es otra cosa.

Y no hay que pensar en confesiones familiares ahora tan de moda. Es un libro para leer despacio, para volver a releer. Se puede leer cada capítulo de manera independiente.

Es un conjunto de reflexiones sinceras y confesiones personales, pero al final, al cerrar el libro uno duda si se mueven en la realidad o en la ficción. Sí que nos habla de sus gustos literarios y sus recuerdos de infancia y adolescencia pero de una manera tangencial, sin escarnio, con humor y a la vez el relato es sentimental.  Es una literatura masculina, de hombre sentimental.

Ahora que no se lleva diferenciar, ni hablar de lo masculino o lo femenino, me ha sorprendido lo diferente que puede ser el pasado para ellos.

El conjunto es desigual, quizás porque lo son los temas y las situaciones: es un abanico abierto.

Me gusta el lenguaje que utiliza, ligado tal vez a mi infancia soriana. Esa claridad, esa falta de artificio, que lo hace sincero y verdadero hasta la médula.

Como ejemplo :

… “Días de invierno …. Día invernizo de neblinas y lluvias. Del color de los ojos de los ciegos. Tiritonas de charcos y de perros sin amo …. En días como hoy dan ganas de sentarse a la lumbre muy de mañana e imaginar que ya está atardeciendo, que el día es solo un largo atardecer…. Las pequeñas, humildes lumbres de los campos de España, siglo tras siglo …”

Ahora el frío no es el de antes, el de ayer era ese que se calentaba con las humildes lumbres de los campos de España. Alegría de las chimeneas humeando, dibujando caminos en el cielo, largos y sinuosos. Era el faro de vuelta a casa en las cortas tardes de invierno. 


1 comentario:

Anónimo dijo...

Grande Luis Landero. Estupenda reflexión del libro. La foto maravillosa.
Un abrazo
MEU