Hace casi más de dieciocho años que no soy feliz en las Navidades.
Algún rato he tenido, pero ser feliz y disfrutar durante
varios días plenamente hace más de dieciocho años que no lo logro.
En
la Navidad todo parece que será mejor que en el resto del año y además
creo que es verdad. Todo el mundo intenta quererse más, por lo menos lo
intenta. Otra cosa es que lo consiga. Este año hasta el ambiente
político se ha relajado un poco. Hasta la amenaza Griega en otra época
del año hubiese sido una bomba, en Navidad ha sido una pedrada en la
cara de Merkel.
Y eso que yo me esfuerzo. Pero no hay
forma. Me engaño, me busco planes, excusas.
Que miro para otro lado; intento levantar la cabeza, que me hago la
loca, pero nada, que no lo consigo. Hasta he pretendido ser otra
persona, ocupar otras sillas. Pero nada soy poco dada a los disfraces y
nada de máscaras.
Yo desde pequeña quería ser feliz:
había amigas que querían casarse, la verdad es que todas. Solo yo
disentía socialmente a la salida del bachiller elemental. Todavía
recuerdo la cara de una amiga un par de años más tarde, sobre los 16
años, en una conversación de autobús casual.
¡Ella que todo su día a día se concentraba en estar guapa para pescar
marido para toda la vida¡.
¡ Dios mío es imposible: seguro que podrás encontrar algún chico para
ti!.
No entendían que no me quisiera casar, debían pensar que había asumido
que era fea o lesbiana; o tal vez que estaba loca de remate.
Hace
mucho que no soy feliz : FELIZ FELIZ.
Desde hace dieciocho años que tuve las navidades más tristes de mi vida,
mi peor cumpleaños y después de tanto tiempo, si me empeño en recordar
esos momentos de mi vida me brotan las lágrimas de los ojos. ( A ver si
no se me olvida y cuando necesite teatralizar un poco lo utilizaré sin
prejuicios).
Yo quería ser feliz, no quería ni dinero, ni amor, quería ser feliz. La verdad es que no
sabía muy bien cómo lograrlo, en el fondo ni siquiera sabía muy bien lo que significaba.
Pero
sí que sabemos lo que no es la felicidad, uno lo sabe muy bien cuando
la felicidad le deja de lado. Como arrojada al lodo del camino, como
que se pega a la tierra mojada y no hay forma de rescatarla.
Bueno tengo todo un año para encontrar el camino. Ya veremos si lo consigo.
FELIZ 2015
(Además el espectáculo está servido, el año 2015 estoy segura estará lleno de eventos y no precisamente deportivos)
miércoles, 7 de enero de 2015
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