La muestra de Giacometti estará
en el Museo del Prado hasta el 7 de julio.
La Anunciación seguirá en el
Museo del Prado.
El Museo del Prado está lleno,
pleno de cuadros y rebosa gente por todas partes, hasta en los pasillos. No me
extraña que los cuidadores estén extresados o dormidos ante ese devenir de
cuerpos móviles.
El Museo del Prado es uno de los
mejores museos del mundo. Estos momentos la estrella es Fra Angelico y
Alberto Giacometti.
La exposición de Fra Angelico
resulta difícil de ver. En ello se conjugan varias razones: falta de espacio y de distancia, a lo que se suma la saturación de la
gente amontonada sobre los cuadros. El discurso quizás resulte flojo por lo citado. Pero cuando te acercas, a base codazos, al cuadro de la
Anunciación y la expulsión de Adán y Eva del jardín del Edén, es imposible
despegarse de él.
Después de la restauración (y antes), los
colores, la composición, la arquitectura, … todo es como perfecto, como
imaginario, como irreal. Es como si estuvieses flotando también sobre ese suelo
azulado, como si estuvieras mezclando tu cuerpo con la belleza; y el tiempo y la vida se paran. De pronto la
golondrina nos arroja al mundo, a ese paraíso natural de flores y frutos.
Creo que hubiese sido más
apropiado haber expuesto el cuadro en una sala, con una escenografía adecuada y
hubiese sido para morir. Hay muchos cuadros del Prado que merecen una sala
aparte.
Magnífico también las tablas del
retablo mayor de San Domenico de Fiésole. Se agradece no tener que viajar a
Londres. Suntuoso y retardatario.
En otro orden, ahí estaba Alberto
Giacometti. Abandonado a su suerte, nadie se paraba a observar sus esculturas. Lógico, después
de viajar desde el otro lado del mundo no te puedes perder las Meninas. La
exposición se presenta como un paseo póstumo donde sus esculturas transitan por
las galerías principales del Prado. No consigo conectar con Giacometti, y eso que lo intento.
Yo creo que el Prado no necesita
más contenidos, ni más griterío, ni más gente. El Museo necesita un poco de
silencio y espacio para poder ensimismarse
con el pasado y la belleza.
2 comentarios:
No me sorprendes porque ya te cono<co. Cada día, cada entrada que hago en tu blog, me suponen un recreo para la vista y un soplo de admiración. Eres clara, no te desvías con rodeos y acercas la comprensión directamente para lo que quieres decir, con lo que alcanzas una aureola que penetra allá donde quieres entrar. Así sucede cuando explicas sobre Fra Angélico y Giacometti. He visto la exposición y coincido plenamente contigo. Con tus fotografías pasa lo mismo introduciéndonos en un mundo cargado de magia. Te tengo envidia, y no digo de la sana, porque la envidia sana es una mentira. Así que te odio, pero ello no impide el cariño ni la mejor amistad. ¿Lo has entendido?
Jajaja ...ya sabes : nada es verdad, ni mentira. Te estimo mucho. Merci
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