Hasta el día 26 de Mayo de 2019,
Museo Nacional Thyssen – Bornemisza
El Museo Thyssen mejora cada día,
exposiciones bien iluminadas, bien presentadas en las salas, organizadas, buenos fondos de espacio -
cuadro, etc. Y además te puedes sentar a pensar.
Todas estas cosas se dan por
hecho en los museos, pero a veces, no es así.
En esta exposición, que repite
muchos cuadros de la organizada en 1996 en el museo Reina Sofía, hay mucho que pensar. Ya no
es un pintor desconocido. Ahora es muy famoso, aunque la fama le ha sido
otorgada por diversas razones.
Es sin lugar a dudas un pintor
ecléctico, elitista y clásico. En la década de los noventa, admirar a Piero della
Francesca no tenía la importancia de hoy. Las pinturas de Arezzo estaban
abandonadas, hoy en día han sido restauradas y gozan de fama universal. Es una
de mis lugares favoritos, todavía puedo sentir el gozo de la magia de sus
imágenes en la cabecera de la pequeña iglesia, la elegancia de su pintura, la
grandeza de las figuras. Es como volver al pasado.
Quizás por eso me gusta Balthus,
por Piero. Admito el tiempo varado, las pieles nacaradas, las miradas perdidas,
insolentes. La limpieza del color plano construyendo los volúmenes, el paisaje
detenido. Las figuras están entre el espacio y el tiempo.
Me gustaría saber si apreciaba
sus propias pinturas. Supongo que sí. Sería propio de Balthus la admiración
sobre sí mismo, lo habían educado para eso. El rey de los gatos y sus
fotografías muestran arrogancia, casi insolencia. Pero quizás le gustaba más el
poder que le otorgaban en el mundo.
Le encantaban los gatos, llegaron
a tener más de treinta, según confiesa en sus memorias.
Yo siento conexión con los
amantes de los gatos, creo que formamos una comunidad diferente (esto es de
gilipollas, como apreciar a los gatos, esos seres que a la mínima te desprecian
y te arañan)
Al leer las memorias de Balthus
me he dado cuenta de que aunque busquemos en él la interpretación de las
miradas de las adolescentes, no vamos a encontrar nada. El espejo es difuso,
como quizás lo fue su vida. Los comentarios sobre él son muy dispares,
apreciaba la buena vida. Su biografía parece destinada a limpiar su conciencia,
algo propio de la edad adulta. Siempre buscamos cosas para poder interpretar
más, pero no tiene demasiado sentido. Al final todo está entre el cuadro y tú
mente o tus sentimientos.
Esta exposición, sus cuadros me
han producido unas sensaciones completamente diferentes a las de hace veinte
años, por ello comparto que la morbosidad está en nuestra mirada, no en el
cuadro.
Ahora veo más inocencia, más
misticismo, me he hecho mayor, como Balthus y sus memorias.
Pero el representa como nadie ese
momento fugaz de la inocencia que con el paso del tiempo acabaremos por perder.
Al otro lado del espejo la lectura de LORD
JAMES nos da otra versión muy diferente sobre su vida, ya casi he olvidado su
lectura. Pero la retomaré.
Al final lo que importante es el
disfrute de sus pinturas, el resto queda para él y su familia.
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