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viernes, 24 de mayo de 2013

VIAJES : GARGANTA DE LA OLLA, Cáceres, España


Esta comarca situada al sur de la sierra de Gredos, conjuga  la vegetación de montaña con los vergeles de las vegas que generan los ríos de la sierra, estamos en Extremadura. Aquí se sitúa el Monasterio de Yuste, lugar de retiro en la vejez del Emperador Carlos V. Fue el primer monarca con mentalidad y pensamiento europeo, a él le debemos los mejores momentos del Renacimiento nacional.

Dentro de la comarca, hemos pasado dos jornadas muy gratificantes en la localidad Garganta de la Olla y alrededores (Monasterio de Yuste), en abril, la zona, los montes estaban llenos de cantueso sobre el que libaban las abejas gozosas, el tono amoratado sobre las rocas grises daban un fondo especial a los paisajes, el agua corría a raudales por los arroyos y en el bosque los robles en las zonas bajas habían iniciado el crecimiento de las hojas, subiendo montañas, los rebollos estaban desnudos y descubrimos las primeras flores de jacintos silvestres.

Esta zona es lujuriosa, las mariposas posan sobre los arbustos, las rocas del bosque se cubren de musgo, las troncos de líquenes grisáceos, todo es luz y reflejos.  Al fondo pinceladas amarillas de las retamas, las blancas jaras, como hermosos soles alumbrando aquí y allá, los digitales verdes y jugosos a punto de florecer. La zona esta llena de senderos para recorrer y disfrutar.

En el pueblo de la Garganta se mezclan los turistas, sin reajustes, con los abuelos sentados al sol de la iglesia, pegando la hebra como antaño. Las abuelas tejen sentadas a la puerta de sus casas por las calles soleadas, y todos ellos son sociables y conversadores, quizás la soldadesca de Carlos V ó la emigración Holandesa les aportó en los genes esa dulzura de la que adolecen los castellanos viejos, al otro lado de la sierra. En la plaza los turistas ocupan la plaza mayor a la búsqueda de los primeros rayos de la primavera.  Una chivo nos  llama desde una puerta entreabierta, el dueño dice nos dice : ¿dónde van tantas fotos ...?. Los gatos se sorprenden de que les prestemos atención mimosa. ¿Que pensarán esos orientales venidos desde el confín de los mundos a la búsqueda de los cerezos en flor?. Las construcciones de madera les recordaran la de sus templos budistas y sintoístas. Aquí quedan todavía buenos ejemplos de arquitectura rural un tanto trastornada.    

       
Estas tierras son tierras de leyendas y seres fantásticos (además de la conocida Serrana), comparten con aragón y soria, la leyenda de las serpientes peludas y se las llama de la misma manera : el bastardo, aquí llevan cuernos. Por la noche robaba la leche de las lactantes, cuentos a la luz de la lumbre que sembraron mi niñez, de miedos que dificilmente puede uno vencer.

 También hay leyendas sobre los diablos y los infiernos, esas que ahora generarían risotadas a los niños de seis años, que a mi me daban terror y que poblaron mi infancia, estas dos las he oído contar :
las más conocidas es aquella que dice que se apareció con forma de mujer enlutada a un cabrero en la sierra. El cabrero la invitó a calentarse al fuego y el diablo se sentó. En medio de la conversación, el cabrero se agachó a azuzar la llama y descubrió horrorizado las patas de cabra que le asomaban a la mujer por debajo de las faldas. Dicho hecho se repitió con otros dos vecinos del pueblo, quien aseguraban haber visto a la diabólica criatura en la sierra de Tormantos. Otra historia trata sobre un cabrero, que cogió un chivito recien parido a cuestas, y cada paso que daba notaba que iba pesando más y más; al girar la cabeza descubrió horrorizado que a quien cargaba no era al chivito, sino al diablo ..." (Wikipedia)

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