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domingo, 27 de abril de 2008

PALLADIO-VICENZA Y VICEVERSA

Palladio es sin lugar a dudas un gran arquitecto y Vicenza, una hermosa ciudad, bien cuidada, ejemplo de intervenciones arquitectónicas, que yo he visitado muchas veces y a la que espero volver muchas más, y como se acerca una celebración de aniversarios : 500 años de Palladio y más de veinte años desde mi primera visita, a la espera de mis fotos y
como inicio al tema podéis leer el ARTICULO DE ANGELA MOLINA, en el país de este sábado :

Interpretó como nadie los ideales clásicos, y sus propuestas pasaron a la historia del arte. En un radio de 50 kilómetros en el noreste italiano se guarda su legado. Visitas guiadas y exposiciones recuerdan al genio.
Johann Wolfgang von Goethe, cuya especialidad era narrar la vida en la muerte, descubrió Vicenza un 19 de septiembre de 1786. Llegaba de Verona y en su imaginación ya comenzaba a expoliar de cadáveres el lado oscuro de la historia, las noches de la antigüedad, y a manipular sus mitos clásicos. De repente, su mirada se precipitó sobre los edificios de Palladio, que ya conocía gracias al tratado del gran estudioso de su obra Bertotti Scamozzi: "Esta arquitectura está hecha para colmar la mirada con su grandeza real y su corporeidad. La bella armonía de sus dimensiones sosiega nuestro espíritu", apuntó en su diario. A Goethe le impactan las columnas, porque "la máxima dificultad con que [Palladio] debe luchar es el uso justo de las columnatas en sus edificios civiles, ya que unir columnas y muros es siempre un contrasentido". Del espectacular Teatro Olímpico escribe: "Parece de otro tiempo, está realizado en pequeñas proporciones y es de una belleza inefable, pero respecto a nuestros teatros me hace pensar en un niño aristocrático y bien educado frente a un experto hombre de mundo". Ese mismo día, el escritor sale de excursión al campo y visita la espléndida Villa Rotonda: "Puede que la arquitectura no haya creado nada más lujoso", aunque, opina, las estancias "todavía no eran las adecuadas para los ratos de asueto de una familia señorial".
El arquitecto más romano desde la ápoca romana nació hace 500 años en Padua; su obra sienta las bases de la fusión de lo público y lo privado, lo civil y lo religioso
Influido por los círculos humanistas del imperio veneciano, Palladio llevó a la realidad la imagen ideal de una nueva Arcadia. Así, las obras que mayor fama le dieron fueron las 'residenze di campagna'
Andrea di Pietro dalla Góndola, hijo de un molinero que transportaba el trigo hasta Venecia por lagunas y canales -de ahí su apellido-, fue el arquitecto de más perenne influencia a través de los siglos. El llamado palladianismo sobrepasó todas las fronteras estéticas impuestas por la época e irrumpió no sólo en el ámbito geográfico del Mediterráneo, sino también, y con la misma intensidad, en Holanda, Alemania, Escandinavia y el Este europeo, constituyendo además el germen de la arquitectura y el mobiliario inglés entre los siglos XVII y XIX.
El arquitecto más romano desde los tiempos de los romanos nació hace exactamente 500 años, en 1508, en Padua, y murió en Vicenza en 1580. Todo su legado cabe en un radio de 50 kilómetros: casas, palacios, villas, iglesias y hasta un puente de madera en la bellísima ciudad de Bassano di Grappa. Palladio no sólo supo darle actualidad al arte arquitectónico de la antigüedad, sino que también intentó imitarlo y dotarlo de una validez general y eterna.
Gracias a sus edificios, la ciudad que le adoptó, Vicenza, fue un salón refinado, el símbolo de la renovación de la nobilitá ciudadana. Al servicio de los señores feudales, este arquitecto, que pasó de cantero a mensajero de la diosa protectora de las artes Pallas (para adoptar su apellido), se propuso reflejar en sus casas y palacios todo el esplendor de la antigüedad y el Renacimiento de Roma, desde sus termas, el Panteón, el teatro de Marcello hasta el Belvedere, San Pedro, el templete de Bramante o los palacios de Rafael. La arquitectura de Palladio, precursora del barroco, sienta las bases de la fusión entre lo público y lo privado, lo civil y lo religioso. Su sello: los órdenes de columnas en la fachada y el frontón triangular.
Cuatro iconos renacentistas
Por todo ello, Vicenza es una ciudad de autor. Decenas de palacios y sus cuatro joyas de la arquitectura renacentista -la basílica Palladiana (o Palazzo della Ragione), su primera obra magna de juventud; la Logia del Capitanato, el Palazzo Chiericati (sede del museo cívico) y el teatro Olímpico (el teatro más antiguo de Europa)- también han hecho de ella un escenario cinematográfico. Aquí filmó Visconti su exquisita Senso.
Influido por los círculos humanistas del imperio veneciano, Palladio llevó a la realidad la imagen ideal de una nueva Arcadia. Y así, las construcciones que mayor fama dieron al arquitecto fueron las residenze di campagna, construidas para los vicentinos y la aristocracia veneciana, a las que se podía llegar atravesando el canal del Brenta (la carretera N-11 sigue el canal en casi toda su longitud). Estas villas nacieron para asegurar el abastecimiento agrícola de los señores de la República, que, temiendo perder el dominio del mar, vuelven su mirada a la terra ferma. Emerge así un modelo inédito de hacienda agrícola que da lugar a una nueva generación de latifundistas. Andrea Palladio supo interpretar los ideales clásicos y la exigencia de los nuevos gentilhombres del campo, portadores de una refinada cultura ciudadana.
Pero el viaje al mundo de Palladio no debe empezar en el campo, sino en su ciudad natal, Padua, la misma de san Antonio, Giotto y Galileo. También llamada la ciudad de los tre senza (los tres sin) por su café sin puertas (el Pedrocchi, abierto las 24 horas), el prado sin hierba (era la plaza di Prato della Valle, con forma ovalada, la más grande del mundo después de Tiananmen) y el santo sin nombre (obviamente, San Antonio, que los paduanos llaman sencillamente Il Santo).
Una de las máximas expresiones de la arquitectura civil europea, el palacio de la Razón o Salone, se levantó a principios del siglo XIII como tribunal de justicia y sala consistorial. El enorme salón principal estaba decorado con frescos de Giotto, pero se quemaron en un incendio en 1420 (la obra magna del padre de la pintura occidental se encuentra no muy lejos de allí, en la Capella degli Scrovegni). En un extremo destaca una copia en madera del célebre caballo de Gattamelata, de Donatello, cuyo original se halla a la entrada de la basílica de San Antonio. En el Salone se puede ver estos días lo más representativo de la llamada Scuola orafa di Padova, el mejor conjunto de orfebrería moderna del mundo, con los trabajos de 18 creadores de la denominada Escuela del Oro (hasta el 3 de agosto de 2008).
La cátedra de Galileo
El Palazzo del Bo, construcción renacentista situada cerca de la antigua calle de las carnicerías, alberga hoy la Universidad de Medicina. En la llamada Sala de los Cuarenta tuvo su cátedra de física Galileo Galilei durante 18 años (1592-1610). También se puede visitar la Sala de Anatomía (1594), el primer teatro estable del mundo (antiguamente, para asistir a las autopsias se construían escenarios desmontables). Se trata de una estructura de madera con forma de cono al revés y planta elíptica, con seis órdenes concéntricos de peldaños que se elevan alrededor de la mesa de anatomía. En una hornacina, sobre la base de una de las dos amplias escalinatas de este palacio, vive escondida la estatua de Elena Lucrecia Cornaro Piscopia, la primera mujer graduada en el mundo, que en 1678 consiguió la licenciatura de Filosofía.
LAS VILLAS Villa Godi
(LONEDO DI LUGO, 1537)
La primera villa autógrafa de Palladio, un edificio típico de la campagna veneta, está situada en el valle de Astico, a 28 kilómetros al norte de Vicenza, en un altozano con unas vistas espectaculares. No había nacido todavía el Palladio romano, más bien era el quatroccentista. Pero la Godi contiene el germen del nuevo concepto de residencia de campo. Lo más característico de la fachada es su parte central, incrustada entre dos resaltos laterales. En contraste, las laterales sobresalen del resto del edificio. El jardín es un hemiciclo que rodea una fuente.
Villa Barbaro
(MASER, TREVISO, 1558)
Para los poderosos hermanos Marcantonio y Daniele Barbaro, Palladio diseña un lugar de reposo y estudio, síntesis de templo y vivienda. Es el comienzo de la construcción a lo moderno en gran escala. La fachada está dotada de un orden de columnas colosal, jónicas. Para los Barbaro, la posibilidad de levantar una villa cerca de una fuente era de vital importancia. Así, el nymphaeum, dotado de un sistema hidráulico muy avanzado para la época, expresaba la relación entre los elementos celestiales y terrenales. Su contenido simbólico se desarrolla en la iconografía de la villa y afecta a toda su configuración. Los relojes de sol, decorados con símbolos astrológicos y empotrados en superficies cuadradas, le dan al edificio un fasto sagrado. En el interior, los frescos atribuidos a Veronés son lo que llamaríamos hoy realidad virtual, una pintura de fuerte carácter ilusorio que se extiende por todas partes. El Tempietto Barbaro, a pocos metros de la villa, fue la última construcción de Palladio. En este pequeño panteón romano parece que el maestro murió a pie de obra.
Villa Foscari
(MALCONTENTA DI MIRA, VENECIA)
Del mismo año que la Barbaro, la llamada Malcontenta debe el sobrenombre a una dama de la familia y al lugar donde se levantó, un antiguo foco de paludismo. Su fachada, provista de un imponente pórtico, está orientada hacia el norte y no hacia el río, contra toda tradición. Esta villa-templo está construida sobre un gran zócalo, ofreciendo un aspecto majestuoso al visitante que se acerca por el canal del Brenta. El orden arquitectónico de la fachada principal es retomado en la pintura de la sala principal, cruciforme, que recibe la luz del sur, con columnas pintadas de orden jónico que enmarcan figuras alegóricas y arquitecturas fingidas. Los frescos son de Giambattista Zelotti.
Villa Emo
(FANZOLO DI VEDELAGO, TREVISO, 1558)
Construida sobre una ciénaga para la explotación agrícola del maíz, esta villa se levantó como símbolo de prosperidad económica de la familia Emo. El edificio renuncia a toda ostentación, con sobrias columnas toscanas en una loggia que no sobresale del centro del edificio, que está elevado sobre el nivel del suelo, al contrario que las alas destinadas a los pabellones y graneros.
En la Villa Emo se aplicó el principio de que sus proporciones debían corresponder a la cantidad de las cosechas obtenidas, que sin duda tuvieron que ser considerables, ya que las alas laterales son de una longitud poco usual. Los frescos del interior, de nuevo de Zelotti, representan alegorías de las diferentes artes y del ideal humanista.
Villa Capra Valmarana, también llamada La Rotonda
(VICENZA, 1566)
Il Capolavoro, la obra más célebre de Palladio, una suerte de villa ideal enclavada sobre una colina a las afueras de Vicenza. El arquitecto la consideraba un palacio de ciudad y no una casa en el campo. Propiedad de un cardenal en horas bajas, la villa fue concebida como un lugar de retiro, pero también de celebración, íntima pero de sublime belleza. Palladio creó un monumento a la arquitectura y a los ideales del Renacimiento, modeló la residencia del hombre de Iglesia como un templo y le dio un aire de sacralidad utilizando volúmenes puros y simbólicos, como el cubo y la esfera.
La planta central es de una simetría absoluta, con loggias en todas las fachadas. Se comenzó a construir en 1566. En 1580, a la muerte de Palladio, no se había acabado todavía. La terminó Vicenzo Scamozzi, 40 años más tarde, si bien con variaciones respecto al proyecto original. La villa cuenta con imitadores en todo el mundo. Para la adaptación de la ópera de Mozart Don Giovanni, el director de cine Joseph Losey utilizó este equipamiento y sus alrededores. La escena de la Madamina es, sencillamente, rotonda.

(Publicado por EL DIARIO EL PAIS, ANGELA MOLINA, 26.04.2008)

Sitios para el recuerdo: Yeba (Huesca)



Yeba …. por los buenos días que vendrán ...
Hemos vuelto, después de quince años … todo está cambiado. Aunque los que realmente estamos cambiados somos nosotros, en muy poco tiempo. La vez anterior llegamos desde Buerba, dejamos a nuestras espaldas los sestrales, por un camino poco transitado, desconocido, entre los pinos, rebollos y matojos se abría una senda. Era febrero o marzo, muy seco todo. El suelo desprendía calor, sofoquina, lleno de hojarasca. Fueron los primeros inviernos excesivamente calurosos, en el invierno de la exposición de Sevilla.
En el pueblo no había nadie, estaba deshabitado, sólo casas sin dueños, habitado por los fantasmas y los muertos. Pero para fantasía el cercano pueblo de Ceresuela, restos como de batalla, como si hubiese pasado la guerra, por lo menos desde lejos.
Las pocas informaciones nos las comentó un abuelo de Buerba. Se suponía que estaba habitado por franceses, en verano, claro. Hasta para los de Buerba estaba demasiado alejado para que quedara alguien de manera permanente, en medio de la nada más absoluta. Nos sorprendió la magnífica arquitectura rural, llena de detalles : arcos, chimeneas, patios, restos de azulete protectos en las ventanas, en los dinteles de las puertas, etc. Buenas soluciones para cerrar el paso y controlar la llegada de los desconocidos en tiempo remotos, como el ejemplo de la arcada que lleva a la plaza, que antiguamente podría cerrarse hacia el exterior fácilmente. Aprovechamiento de los medios en los pajares de las eras: cerraban el camino, controlaban el paso, servían de puente para llevar la paja directamente desde las eras cercanas a la parte alta del pajar. Es una de las soluciones arquitectónicas que se da en muchos sitios en el Pirineo, aprovechando los desniveles o buscándolos para darle sentido a la dualidad de las utilidades: guardar el ganado abajo y la paja arriba, sin esfuerzos inútiles, que bastantes esfuerzos hacían en la vida diaria como para malgastar fuerzas tontamente.
Ahora se puede ir en vehículo, cruzando la solana y ahí estaban grabando los cámaras de la televisión, aparecerá el pueblo en las ondas y se apagará la magia, los fantasmas huirán y los muertos nos seguirán acompañando en las noches cálidas de cielos estrellados.
La fuente estaba medio enrunada, ahora está limpia y en uso, hay luz y agua, han arreglado casi todas las casas, hasta las que estaban a punto de caer sobre la plaza del pueblo. Y sigue teniendo los encantos arquitectónicos de antes, somos nosotros los que vamos perdido, poco a poco tiempo el encantamiento, aunque nunca se sabe si vamos o venimos. Pasamos un día estupendo, en medio de ese lugar que ya no está tan alejado como antes, ahora la circulación llega maltrecha, pero llega.

domingo, 20 de abril de 2008

EXPOSICIONES : ATRAPADOS EN EL HIELO. La Lonja de Zaragoza


"Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
Así rezaba el anuncio que publicó el ya por entonces famoso explorador británico Ernest Shackleton para reclutar a su tripulación hacia la Antartida, hacia ese sítio tan frío y tan distante, en agosto de 1914, dado qeu ya había sido descubierta por otros, pretendía llevarse la medalla de la primera travesía a pie. No lo lograron pero la aventura que nos relata es impresionante, esta perfectamente ambientada, ya que llevaban un fotógrafo : Frank Huerley. A tán solo 160 kilómetros de su destino, su barco, el Endurance, quedó atrapado entre los hielos.

La exposición “Atrapados en el hielo” aúna el relato de la aventura de Shackleton, complementada con fotos, planos, y vías de Al filo de lo Imposible de TVE, con una gran variedad de contenidos relacionados con la Antártida desde una perspectiva científica y contemporánea.

La exposición cuenta con un total de 167 fotografías en blanco y negro y en color, presenta la colección de fotografías de Frank Hurley, fotógrafo de la expedición, más completa que nunca se haya mostrado. Las imágenes se han realizado a partir de las placas y negativos originales de Hurley, así como del álbum de fotografías que realizó a bordo del "Endurance".

Junto con las fotografías de la expedición de Shackleton, la muestra también enseña las características del continente antártico, las dificultades para vivir y moverse en sus duras condiciones ambientales y la importancia de las investigaciones que allí se realizan. Además, la exposición cuenta con una serie de vídeos que revisan la historia de la exploración en el Polo Sur y una zona de consulta.

La organiza la Caixa, ahora está en la Lonja de Zaragoza hasta el cuatro de mayo de 2008 http://obrasocial.caixacatalunya.es/osocial/idiomes/3/fitxers/cultura/shackleton/index.html

viernes, 18 de abril de 2008

LECTURAS DE VIAJE 1 : IAN MCEWAN

Estas recomendaciones van a ser lecturas propias para los viajes: para el tren, el autobús, el banco del parque un domingo por la tarde, las tardes de calor en la playa, etc.. Agradables, amenas, cortas -no tienen porque ser cuentos-, de letra gorda, clara, un papel de fondo adecuado a nuestros ojos marchitos, baratas, y si se puede en ediciones de bolsillo.

1ª)IAN McEWAN : CHESIL BEACH . Alfaguara

Un buen texto de lectura, unos personajes tiernos. Perfectamente ambientado en un momento histórico de cambios en la inglaterra de finales de la década de los años 50, con un tema central : el primer amor, la primera vez, como punto central que se desencadena poco a poco. Novela corta, amena, muy bien construida y relatada desde la distantacia que dan los años.
Y a pesar de las distancias - históricas y temporales-, su lectura nos lleva poco a poco, sin querer, de soslayo, con sus reflexiones finales a nuestras propias experiencias.
Es como un pequeño anillo de pedida.

Y lo prometido es deuda , amigos : espero vuestros relatos.

Además 2ª) Nancy Mitford -Cualquiera de las publicadas- en la colección los Libros del Asteroide
"A la caza del armo""amor en clima frio" y "la Bendición".

Finalmente en la misma colección : David Kidd : Historias de Pekín

jueves, 10 de abril de 2008

ORDESA 1





Siempre que pensamos en un viaje maravilloso, único, pensamos en sitios lejanos y a veces, con pocas posibilidades de ir, como es el caso de la luna. La luna, en mi infancia siempre salía a colación cuando se hablaba de " me voy a...","tú te vas a la luna".

Bueno, la verdad es que los paraisos, a veces están cercanos, aquí uno de ellos : El Parque N. de Ordesa. Este espacio presenta múltiples vertientes, infinitos valles, gran riqueza natural, visual, vegetal, animal, etc., parece un tópico, pero no lo es. Fisicamente es como una mano extendida, por donde podemos penetrar a sitios recónditos, aldeas alejadas, arquitecturas y espacios olvidados en la memoria. De verdad, aquí, se escucha el silencio.

En esta espacio hemos pasado muchos días agradables: nos hemos calado hasta los huesos, nos hemos tirado por las praderas cansados, hemos subido por arriba, por abajo, nos hemos reído a carcajadas, nos hemos helado de frío, y sufrido lo indecible subiendo o bajando por los pedregales. Otra veces, esperabamos a que escampara debajo de un tejo, sentados al lado de Lys, nuestro mastín -perdona, pero era un poco mío también-, mientras nuestro corazón temblaba al únisono de su ritmo cardiaco. Hemos sentido el miedo al atardecer, cuando debajo de las hayas las brisas se transforman en almas perdidas, desdibujadas por las sombras. Llegabamos tarde, de noche, a la pradera, cuando habían cerrado. Siempre intentamos encontrar algo para ver, un espacio, una cascada, una flor, una seta, un sarrio, un sapo, un nuevo color en las hojas, un nuevo sendero.

Hay unos cuantos pueblos, que hasta hace poco, estaban desaparecidos, eran nuestros rincones más queridos, sumidos en el silencio, casas con las paredes rotas, solares con espacios llenos de musgos y cenizas. Casas llenas de cachivaches inservibles, y pequeños restos de las vidas de sus antiguos habitantes: una sartén, vasos de cristal rotos, pucheros, chimeneas con alacenas rotas, escaleras perdidas, jergones abandonados, etc.. Aquí hubo personas que fueron arrojadas por la necesidad o quizás su espiritu inquieto les obligó a marcharse hacia otros espacios más abiertos. Siempre paseamos por los pueblos deshabitados, como si fueramos a encontrar un tesoro. Después ante la nada tratamos de adivinar algo de sus vidas, algo de su pasado que se teje en nuestra imaginación y antes de marchar, siempre sentimos las almas de los muertos aleteando por las calles vacias, se sonreían a nuestro paso, sombras que se escapan al doblar las esquinas. Que sólos se quedan estos muertos, que abandonados, protegidos por las torres de las iglesias, que hacen sombra sobre sus tumbas. Y yo vuelvo a recordar mi pueblo deshabitado, que dejé atrás, ahora ya sin amargura, con cariño, con el corazón un poco estrujado, pero sin dolor.

Había otras aldeas, con poca gente, mayores y sencillas, que desconfiaban de nuestra visita, pero siempre acababan contándonos historias o explicándonos las rutas y los senderos mas cercanos.

Hay muchas más cosas, pero la mayoría de la gente sólo ve la entrada principal, el aparcamiento reseco y lleno de coches con los arbolillos raquíticos. O el fastidio de pagar en Torla el aparcamiento y subir en autobús. Ven la cola de caballo después de la cerveza en el bar y han tardado diez minutos en regresar desde que salieron. O mejor aún: "yo lo veré en casa, me acabo de comprar el video del parque".
















martes, 1 de abril de 2008

VIAJE AL INICIO DE LOS TIEMPOS 1


Dedicado a Charlotte o a Marcos, en su viaje al inicio de los tiempos (10.04.08), ...

De mis tiempos claro, el inicio de mis primeros años, que son más o menos claros,no como el origen del mundo que siempre se queda en una nebulosa, no se sabe si nos nublamos nosotros, nuestra mente o muestro espíritu es demasiado corto para comprender tanta inmensidad, al final te pierdes. También en mi niñez me pierdo. Es posible que me pierda demasiadas veces, me nublo.
Por cierto, última teoría : ya no hay principio ni fin, y hay varios mundos en el espacio, en paralelo, con varias dimensiones. Esto último lo habíamos pensado todos, teniendo en cuenta que el mundo que percibimos los seres "humanos" (los animales si nos viesen como somos saldrían corriendo) cada uno lo apreciamos de un color y un modo diferente. No lo aceptamos cuando hablamos de pintura, pero sí, si hablamos de música, somos conscientes de que no todos tenemos el mismo oído. Pues yo creo que tenemos diferentes formas de ver las cosas, en un sentido simple. De ahí derivan la mayoría de nuestras tristezas y alegrías, sino que se lo pregunten a los enamorados.
Bueno vamos al asunto que nos ocupa, mis primeros años, pero como siempre está el antes, esa casa de la foto, era la casa de mis abuelos paternos. Corresponde la foto, una vez acabada la guerra, yo sólo he conocido el solar del edificio, eso fue lo que me decían y yo correteaba entre los rastrojos y las zarzas, recogiendo endrinas para comer -siempre sin madurar, amargas, o pasadas y con gusanos, nunca estaban muy comestibles, pero lo intentábamos- y esperando encontrar algun resto de la casa de mis abuelos, un cristal o un resto de cerámica era para mí el tesoro más preciado.
En esta foto, esta mi tía, el mayor referente de mi infancia, además de mis padres. Y cuesta pensar que en los años de la posguerra pudiera ella sola sacar a sus hijos adelante. Se quedo viuda unos años más tarde, antes de nacer yo. En esta foto le acompañan, además de su marido, todos sus hijos : el que falta está en sus entrañas, son ocho, ocho bocas para amamantar, ocho bocas para pedir, para llorar, para gritar, para consolar, para reprimir, para educar,para lavarles la ropa, para comer..... Y cuando los tuvo criados y desparramados por el mundo llegué yo, y quizás fui su consuelo, como lo fue para mí. Yo me pasaba la vida de su casa a la mía y de la mía a la suya.En su casa, junto a la lumbre me contaban historias, me hacían cosquillas, me asustaban con las sombras chinescas del fuego. Sus manos formando multitud de formas : el zorro, el águila, el conejo, la gallina. Fue una persona buena, de carácter, habladora, mandona, sentencias, miedosa, sincera, tierna, reidora, sencilla; fue eso: una buena persona que disfrutaba de la vida.
Ya no quedan en este país personas buenas, el sistema de vida acabó con ellas. Han pasado de ser buenas a ser tontas, a veces hasta inútiles, pero quién en estos tiempos sacaría a sus hijos adelante amasando pan en su casa y alojando a desconocidos de manos rudas que cortaban leña en el monte, para hacer carbón, que venían de tierras lejanas, desconocidas para mí, y para ella, ya que su mundo acaba en la capital, a veinte kilómetros. Mi mundo, hasta los cuatro años, acababa mucho antes, en el pueblo de mis abuelos maternos, a dos kilómetros. Pero a mí, me parecía enorme, hacia los montes, detrás de los arboles. Me parecerían grandiosos esos cielos que se prolongaban hasta el infinito en las tardes de verano. Y nuevo cada día, cuando se sucedían los cambios de las estaciones, de las plantas, de las flores, etc. Tan pequeño y tan grande. Para mí fue el paraíso, y siempre he pensado que salir de allí, fue perder la inocencia, perder el paraíso.