En una finca de extremadura, varios buitres leonados y un buitre negro
se estaban comiendo un ternero, la manada se mantenía a distancia
El buitre negro no nos perdía de vista,
De vez en cuando llegaba alguno más
Al final la madre se acercó y espantó a los buitres
El resto de la manada se acercó también,
pero ya estaba muerto
Yo, de muy pequeña, me acercaba al muladar de mi pueblo a espantar a los buitres. Era mucho más pequeña que ellos. Y venían de muy lejos, muy lejos, de unas rocas muy altas, de Ücero, uno de mis primeros lugares míticos.
1 comentario:
Estupendo reportaje 👏
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