Esta Iglesia esta situada en la zona del románico Serrablés, en la ribera del Gállego, en una pequeña población que apenas ha sido modificada desde hace veinte años: los huertos, las peonías, los muros,
la cascada, las ardillas en los árboles, etc.
Me encanta con el pleno sol del medio día del invierno, al anochecer en verano y el recuerdo más intenso: un atardecer de primavera,
tirados sobre la hierba en el recinto amurallado, soleado día de mayo, rodeados de lirios azules, con las cruces clavadas en el suelo. Estuvimos riendo y jugando con los niños, perdidos entre la hierba que parecía un mar de olas.
Después se han añadido tumbas de mármol, se ha modificado la entrada, pero yo conservo nítido
mi recuerdo,
sobre todo, la alegría que nos hacía compañía todo el día, era una más de nuestras vidas,
ahora
parece escaparse entre la maleza, se enreda en las gardinchas, se escapa es cuanto puede
al reino de las sombras.
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