Me ha conmovido esta película en blanco y negro, más bien es
gris, como la vida de mucha gente de este planeta. Nuestra existencia es a
ratos blanca o negra y durante todo el resto :
GRIS.
El medio oeste americano es gris, como la meseta castellana.
Allí todo es más grande, todos son más gordos …las casas son más grandes, etc.,
pero las penurias son más o menos igual de grises que aquí.
Como digo me ha conmovido Nebraska, sobre todo por las
miserias comunes,
Las maldades opacas, la soledad del viento que sopla en la
noche.
Me ha conmovido esa búsqueda de dentadura postiza. Con mi
papá también de vez en cuando acabábamos buscando el puente de sus dientes,
siempre se creaban situaciones divertidas, a veces, un poco guarras. Hasta un
día que se partió y entonces acabamos en un hospital de la seguridad social.
Así sin más, se tragó los dientes y los enganches de oro que
se quedaron colgados en su esófago. Podía seguir o rasgar el esófago. Y yo ahí
a esperar, así sin más, siempre había que esperar, nunca se sabía cuanto. A
veces días enteros.
Pasamos al especialista. Le veían esa cara sonriente, limpia
y reluciente y te mandaban a la sala de espera y a los cinco minutos volvían a
salir : ¡familia de Marcos!.
Ja¡ pensaban que podrían meterle los tubos por la boca. Que
risa¡
Salieron como siempre a los cinco minutos, diciendo que le
habían hecho la prueba (mentira¡) y que no había encontrado el puente.
En esa fase yo me tragaba ya todo y mi padre también se
tragó el puente hasta cagarlo. Cargar, lo que se dice cargarla, lo hicimos muy
a menudo. Esa es la verdad. Tanto como los de la película.
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