CUENTAMONAS

Estaba yo en la terraza de un hotel, soportando a la sombra el calor tropical, ese calor de Alejo Carpentier,en "Los pasos perdidos", que te impide hacer nada de nada, salvo nadar en su propio sudor.



Tengo una palmera a la izquierda, unos jardincillos enfrente, por donde se pasea una iguana comiéndose las flores del ibiscus rojo, bocado a bocado, vigilando que no me acerque demasiado. Han llegado dos tucanes. A continuación se posa en la palmera un pajarillo (el de la foto)  con un palito, haciendo malabarismos para terminar su nido, escondido entre los ramajes de la palmera . Para que nadie se diera cuenta de donde estaba ha huido hacia los arboles, esquivo. .Después ha llegado un mono carablanca, después otro y otro, se han apoyado en los
árboles, tirándose sobre las ramas. Cansados de calor. Al rato se han puesto a
buscar comida, se han alterados ellos solitos.  

Se enfrentaban a nuestras miradas.
De pronto ha aparecido una hembra ó macho con su cría colgada sobre la espalda. Los machos
protegen a las hembras solícitos, sacan los dientes y pegan gritos, por lo que
pueda pasar.

.De pronto, la madre y el pequeño se acerca a la palmera, se sube por las ramas y revisa el nido, no había ningún huevo dentro, pero le ha destrozado el trabajo de todo el verano al pobre pájaro. Se ha comido un fruto de la palmera y se han largado uno detrás de otro hacia los arboles.

Un espectáculo, sin salir del hotel, un montón de monos a nuestro lado, gritando y contorsionándose. Quieren acabar con esto. Parece ser que les daban comida. Los que hemos puesto cara de monos somos nosotros.
Me pregunto si pasarán hambre? . La gente nos comenta que la vida ha subido mucho para ellos y los suelos nada de nada. No parecen contentos.